En un multitudinario acto en la antesala de la IFA, la mayor feria de tecnológica del mundo, la empresa no defraudó las expectativas azuzadas durante meses por rumores y filtraciones.
Si bien el Galaxy Gear no es el primer reloj inteligente en el mercado —los verdaderos pioneros han cosechado resultados muy modestos—, los coreanos pretenden sentar un precedente y cimentar un nicho incipiente con un gadget de fácil acceso concebido para intermediar entre el usuario y su móvil o tableta.
“No es solamente un aparato atractivo. Está pensado para conectarse con otros dispositivos. Marcará una tendencia”, aseguró Shin Jong-kyun, presidente de la división de móviles de Samsung, tras mostrar un modelo del Galaxy Gear en acabado naranja en su muñeca.
Ese reloj inteligente permite, además de ver la hora y establecer alarmas, hacer y recibir llamadas, tomar fotografías y obtener notificaciones de nuevos correos electrónicos, entre otras cosas.
El Galaxy Gear dispone de una serie de sensores de velocidad y movimiento que permiten acciones novedosas con el objetivo de facilitar la acción del usuario y suplir de forma ingeniosa la ausencia de botones del dispositivo.